miércoles, 5 de noviembre de 2008

Ciao ge punto uve doble punto

Son las 5 y 20 de la madrugada del miércoles. Y he tenido que esperar 7 años -conscientes- para vivir este instante.

Supongo que ese pueblo sobre el que tanto he desesperado, al fin y al cabo estaba tan desesperado como yo: puede no importar lo que pase al otro lado del mundo, eso sí, sólo a quién no le importe en realidad lo que le pase a él mismo.

EE.UU. ya no es, realmente, la potencia más poderosa del mundo, ya no domina. Pero en estos instantes debe ser el país más importante del mundo, porque depende de lo que él haga, a pesar de todo, el mundo puede -o no- cambiar.

Por fin.

No es este momento de divagaciones: tengo los ojos pegados de sueño. Mañana el análisis profundo. Ahora dormir un poco. Y por fin completamente tranquila desde hace una semana: la carcoma de mi yo mundialista se retorcía pensando en la imbecilidad -por otro lado comprobada- de una porción de mundo que ostenta el dominio sobre el resto.
Hoy toca soñar.

Por fin.

Desde el undécimo piso del 533. Todo encaja.
Ciao ge punto uve doble punto.

05:48 Esperando el discurso del primer hombre que me ha convencido de que las cosas, pueden cambiar.

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