viernes, 28 de noviembre de 2008

Bangla bags

Finalmente mi cuerpo no ha dado más de sí, y después de haberme pasado el día entre:
1. Mi casa.
2. El metro.
3. La facultad (Jornadas de futurismo, clase).
4. El metro.
5. Mi casa.
Hago la comida, como en quince minutos, friego la cocina.
6. El metro.
7. La facultad (Jornadas de futurismo).
8. El metro.
9. Mi casa.

No he conseguido estirar más mi prolífico ánimo para asistir a la conferencia en L'Institut Français para despedirme de Potoski. Vraiment desolée.
Aún así, tras llegar al punto 9 me he pasado una hora limpiando, pasando la mopa, quitando polvo y recogiendo. Esta semana ha sido un desastre y ni siquiera me ha dado tiempo de poner la lavadora. ¡Ahí quedáis, vaqueros y añadidos para la semana que viene en la cesta de elefantes!.

Después de pasarme hora y cuarto hablando por teléfono -no hay cosa que me guste más en todo el día que la hora de hablar por teléfono-, he pasado otra hora repasando apuntes e imprimiendo aquello que faltaba.

Y ahora, después de cenar y reír (que es lo mejor de las cenas) con mi medicucha, me he sentado a mirar la página web de Antonin (Potoski), www.udistance.com , y es ahí donde he visto los 'bangla bags'. Y me encanta la idea: historias contenidas en cucuruchos de papel.

Con tu permiso, petit Tom Cruise, lo llevaré a cabo.


00:30
BSO El tic tac de algún reloj que yo no tengo.

jueves, 27 de noviembre de 2008

La boîte des souvenirs

Hoy he dejado que alguien abriera mi bote de los recuerdos...no se por qué. He roto mi ritual sagrado de ser la única persona en el mundo que los conoce. Pero no importa, quizás a veces, cambiar el ritual haga que sea más interesante.
Cambiar de camino no está mal, aunque sólo para determinadas circunstancias.
Tengo que empezar a ser más flexible con mis propias reglas. Ya que no acepto ninguna de los demás.

Esperando a Spinnin.


00:19
BSO El tamborileo de mi pie descalzo sobre el parquet.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Vía férrea

Cuentan que en Los Alpes construyeron la vía férrea que une Viena y Venecia antes de que existiera un tren que pudiera realizar ese trayecto, aún así lo construyeron. Porque sabían que algún día, llegaría el tren.



12:03

BSO Vestusta Morla.

lunes, 24 de noviembre de 2008

De momento no hay momento

Aún no ha llegado ese momento en el que todo hace click y queda en el pasado aquello que debe quedar.

-¿Me llevas a cuestas?
-Toda la vida.

¿Quién aguanta a cuestas toda la vida? ¿Se puede?


23:12

BSO Dikers, Ronco Invierno

Después de deshacer la maleta

Club 1, cafetería, vagón cinco. Despeinadas y peinadas.
En pos de correr tras lo imposible, deshaciendo maletas en mi rincón, no se puede olvidar lo ineludible: ¿el olvido es una ente de ficción?.
No te creo si me dices el cuánto, creeré el tiempo que pases en mi salón. Viendo como pasa lo invisible, y dormida mientras escribo en el sillón.
He dudado si contarte lo secreto, he decidido zambullirme en el tifón. Y observando que las olas se reúnen, solo espero que el tiempo pasado nunca sea mejor.

Paranoias.


00:59
BSO El viento que agita los árboles de mi calle (qué suerte, en mi calle, en Madrid, hay árboles).

jueves, 20 de noviembre de 2008

Hacer caso a la poesía micro o lo que sea

No se si habré entrado, la hora límite eran las doce de la noche, creo que se envió a las 23:59. Le he hecho caso a Pablo García Casado, aunque él aún no lo sepa, y me he lanzado a lo que los demás me dicen que no es.

Si lo consigo, prometo que lo busco y le doy un abrazo. Y muy a mi pesar, voy a ver El Internado, que me lo he perdido con anuncios. Qué disgusto.


00:08

BSO El zumbido del ordenador.

martes, 18 de noviembre de 2008

Da igual si es poesía o micro

Y yo asustada por si lo que escribía no servía, días y días dándole vueltas a si lo admitirían como poesía, y tantos y tantos folios arrugados y -luego pasados al ordenador eso sí- deshechados.

Descubro hoy, en el segundo día de mi Adorado Taller de Narrativa que Pablo García Casado, poeta -y publicado- escribe lo que algunos se empeñaron en llamarme micro (especifico: microrelatos).

Personalmente no me importa lo que los demás elijan como sustantivo para definir lo que hago -en ocasiones- pero, también en ocasiones, importa la circunstancia. Yo me entiendo.

Tampoco me importa cómo se defina algo, sino lo que es, su esencia, lo que encierra. Y para mí, lo que escribo, lo contiene todo.

HIMNO

Por tí las madrugadas y el estiércol, la mentira en la boca y la amenaza. Por tí agachar la cabeza, vender mi nombre y renunciar a los sueños. Por tí el desvelo y la espalda quebrada. Por tí colgar el teléfono y decir, está bien, lo que usted diga. Por tí cosas sucias de las que no me arrepiento. Porque tú me mantienes con vida. La boca que se dibuja cuando estoy a punto de abandonar. Tú, la belleza y el sentido.

Pablo García Casado.



23:39

BSO Mozart, no se cual de ellas.

Un rotulador en el suelo

Eran las siete y diez más o menos, acababa de mirar un sms y al dejar el móvil de nuevo en el bolso -que estaba en el suelo- he visto que el rotulador que se había caído 45 minutos antes seguía ahí.

Hoy he ido a La Casa Encendida, me han seleccionado para el Taller de Narrativa: Escritores para el Siglo XXI, y era el primer día.

Una habitación rectángular con una enorme pantalla justo al lado de la puerta, el resto...lleno de espejos. La mesa del ponente (o al que le pagan por ir allí, yo soy sin embargo la que paga) de espaldas a los espejos, y veinte sillas de un azul intenso colocadas en dos filas exactas de diez, enfrente.

Y yo sólo podía mirar el rotulador en el suelo. Son cosas con las que a veces me obsesiono. No tiene mucho sentido. No era nada importante. Pero estaba ahí, nadie se acordaba de él.
La señora a la que se le había caído ni siquiera había caído en la cuenta de que lo había hecho, y ya había escogido otro para escribir -aunque no hubiese mucho que escribir-.

Y el rotulador ha seguido ahí, toda la tarde, hasta las nueve. He preferido no mirar mientras recogía para marcharme.

No quería saber si, definitivamente, se quedaba ahí, solo, después de que todos se hubieran ido, y apagaran las luces.


00:20

BSO Quatro de abril, Más de ti.

domingo, 16 de noviembre de 2008

I can't take my eyes off of you

No puedo creer que es verdad,
que tanta felicidad
haya viajado hasta mi,
y simplemente aprendí
que el cielo siento alcanzar
pensando que voy a amar
por eso no puedo así
quitar mis ojos de ti.

Supongo que la canción es por todos conocida, pero nunca una canción es mejor que cuando la haces tuya.


23:03
BSO Alba Molina, No puedo quitar mis ojos de ti.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Cortarse el flequillo

Cuatrocientas palabras son pocas. Muy pocas.

09:48 Espero hasta el último día, es jueves. Me levanto a las diez menos diez, corriendo porque había olvidado que tenía cita en la peluquería para cortarme el flequillo. Ya apenas veo.
Tardan exactamente tres minutos en despojarme de esa frontera insalvable de dos centímetros que me separa de aquel que tengo enfrente, de los ojos del otro, del contacto con el otro. De lo que me rodea. Del mundo.

Tres minutos.

10:17 Vuelvo a casa, una ducha rápida y en diez minutos estoy cogiendo el 146, me siento al lado de una señora que habla muy ofuscada por el móvil porque su marido ha olvidado comprar azafrán. Azucena, la señora ofuscada, está además aterrada porque ya no puede volver al súper a por el azafrán. ¿Qué va a hacer sin azafrán?

Pienso en Yarko y en Daniel.

Nunca se me habría ocurrido tener miedo al subir a un autobús. A lo más que temo en este instante es a que la señora no sepa controlar los aspavientos de la mano libre que le queda mientras grita al teléfono.

10:20 El paso por el puente de Ventas está abarrotado, como cada día. Nos detenemos en un semáforo que a veces creo que sólo funciona en rojo. Azucena se baja y ahora fijo mi recepción auditiva en tres señoras que van delante. La del abrigo verde le dice a la que lleva acelgas en una bolsa de mimbre: con un extranjero, con un extranjero. Tenía que haberse casado con un muchacho de aquí, un español. Eso le habría solucionado todos los problemas. ¡A quién se le ocurre!

A cualquiera que no sea tan gilipoyas como usted, pienso pero no me atrevo a decirlo. Busco otra frase para decirle cuando me baje, mi parada es la próxima.

10:26 Me levanto intentando concentrar toda mi indignación en la señora del abrigo verde, y mientras el autobús coge la rotonda para hacer su parada le digo: Señora, disculpe. Los problemas no vienen en categorías por nacionalidades, al revés, los provocan la gente como usted.

Se me queda mirando como si yo estuviera loca, como si no fuera con ella. No me ha entendido. ¿Qué importa? El chico que va de pie al lado suyo sí. Y me sonríe.

10:28 Me bajo en Manuel Becerra. El olor a acelga de las señoras de abrigo verde me produce náuseas. Corre un aire frío, pero hay un enorme sol, unos cuantos abuelos con sus nietos, un saxofonista de ojos cerrados y melodía de Sinatra y algunas palomas. Cómo odio Madrid, y cuánto la amo en mañanas como ésta. Cinco minutos de paseo por mi antigua calle y entro al único lugar de esta ciudad que un día extrañaré de verdad si me marcho. Y mientras camino me doy cuenta de que llevo viviendo veintitrés años en un mundo que no quiero y en el que, irremediablemente, me toca posicionarme: en contra. ¿De qué? De casi todo. Es la postura más incómoda, no hay forma de salir de la tela de araña en la que se convierte el mundo si se es capaz de ver. Pero para eso, hace falta cortarse el flequillo.

10:37 Y aquí estoy, en mi parque, sentada en la misma mesa desde hace seis años, en un rincón que separa del resto de rincones del mundo. Un lugar donde cualquiera olvida lo que le rodea y donde para mí, no hace sino acentuarse el concepto que indefectiblemente hace que los demás olviden: la distancia.

Abro el cuaderno y de repente una mano oscura como el carbón la planta encima. Veo unos dientes blancos que me sonríen 40 centímetros más abajo de mi propia sonrisa, y me dice: es Winnie The Pooh. Hablo con ella durante más de cinco minutos sobre lo bonito que es Winnie y de repente aparece su madre, gritando peor que Azucena, la señora ofuscada. Delante de mí le regaña y le dice que no se habla con desconocidos, podría pasarle algo. Se la lleva sin decirme ni adiós. Aisha se da la vuelta, me dice adiós con la mano y me encaja una sonrisa que se que voy a recordar el resto de mi vida.

Y entonces lo entiendo todo. A Azucena, a las señoras de abrigo verde, a la madre de la sonrisa. Y a la única que envidio, es a Aisha.

¿Cómo vivir en un mundo en el que cada cultura es cerrada, sobreprotectora, dictatorial y excluyente? ¿Cómo ser libres en un mundo de jaulas, de horarios, de temores, de inseguridades? ¿Cómo producir intercambio en un mundo obcecado en la individualidad? ¿Cómo cambiar un tiempo de horror, de masacre rutinaria, egoísta, soberbio?


He aquí la respuesta: siendo un niño.


Y vuelvo a casa con la esperanza de que algún día el mundo sea como este parque y donde todos los nombres sean Aisha.


A propósito del documental Promises



19:16
BSO Outlandish. Bread and barrels of water.

martes, 11 de noviembre de 2008

Hoy no

Pensaba sentarme a escribir, despacio pero continuado, hasta que no diera más de sí.
Pero contra todo pronóstico de pasado has llamado a la puerta.
Y estás ahí, sentado en mi sofá.

Así que hoy no escribo. Hoy no. Porque estás aquí.


21:26
BSO Noticias Antena 3.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Casi

A 47 minutos de los 23.
Cómo pesa a veces la vida, aunque nada excepto el cielo, oscile sobre mi cabeza.

Último día con 22. Prefiero el 3.

23:13
BSO Antena 3.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Avant Madrid Puerta De Atocha - Ciudad Real Central

Es viernes. Por fin -aunque la semana se pase en un parpadeo-. Hoy no toca tren, ni taxi, ni verte abajo, en la puerta, esperándome.
Hoy toca coche desde Fuenlabrada, y siesta de dos horas hasta la rotonda de Almagro.

Hoy toca casa, Nusa, mamá, niñas, Ampadeta. Hoy toca todo. Mañana más. El domingo más. Y la semana que viene...la semana que viene ya tendré 23.

Ahora toca Comunicación y desarrollo social, un ratito con el Pelón, y Cuatro Caminos.


09:01
BSO Dikers, Miedo.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Dos caras

Buscando una moneda de dos caras.
La encontré.

00:12
BSO La cucharilla en el nesquick.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Durmiendo hoy

Es curioso, hay alguien que siempre me dice: durmiendo hoy mañana es viernes. Da igual el día que sea. Siempre me lo recuerda.

Quizás porque quiere hacerme feliz, quizás porque quiere hacerse feliz él mismo. Aunque no siempre mañana sea viernes.

El caso es que no quiero que mañana sea viernes, quiero esperar que llegue el viernes, quiero disfrutar de cada día, de cada espera, aún también de los te echo de menos, de los días grises, de los días tristes. Y mientras, aprovechar mis días, porque se que lo que me espera sigue ahí cada viernes.

Durante esos días que se convierten en un puente entre domingo y domingo, quiero vivir para VIVIR después, para que me acompañe ese alguien que siempre me dice: durmiendo hoy mañana es viernes.

23:50
BSO Últimos anuncios para que acabe el capítulo de hoy de El Internado.

Deseos de cumpleaños

Como llevo haciendo unos años escribo una larga lista de cumpleaños -no, como las de las bodas no- y este año había olvidado hacerla pública. Conste que este año, la enseño porque me lo han pedido, no pensaba hacerlo. Cada vez me gustan más las sorpresas.

*Un collie o un golden retriever.
*Una moneda con dos caras.
*Una memoria extraíble, a la mía ya le da la fatiguita, me odia.
*Una bufanda de lunares de colores.
*Un flexo.
*Un póster de Amélie, de Mafalda, de Titeuf, de Garfield o de Tu vida en 65 minutos.
*Unos tacones rojos, morados, grises...
*Una taza de desayuno.
*Un vestido de cuadros rojos.
*Una funda nórdica de Mafalda.
*Un gorro parisino negro o gris.
*Unas converse de cualquiera de los colores que no tenga.
*Cualquier cosa que tenga un gato.
*Un persa blanco.
*Una mochila para ir al cole.
*Unos leotardos marrones y otros beige.
*Una margarita.
*Unas botas katiuskas.
*Un abrigo chulo.
*Una cazadora marrón de piel que me enamoró.
*Botines.
*Una marioneta que se parezca a mí.
*Una cajita donde me pueda llevar la comida al cole.
*Unas manoplas.
*Un pijama de esos que son un mono entero.
*Un espejo para mi habitación.
*Un peluche de Sticht.
*Un dosel para la cama.
*Mariposas para el pelo.
*Marcapáginas.
*Unas babuchas.
*Que gane Obama (este ya se ha cumplido).
*Chapas.
*Una olla express pequeña.
*La alfombrilla de Bienvenido a la República Independiente de Tu Casa.
*Una muñeca de trapo.
*Velas.
*Una funda para la tapa del baño con forma de vaca.
*Si la encontráis la Nenuco de toda la vida.
*Un paraguas para dos.
*Ir a Alejandría.
*Estrellas fluorescentes para la pared.
*Un kymono japonés.
*El Principito en francés.
*Unas orejeras.
*Una sorpresa.
*Una red de cazar mariposas.
*Un móvil como el de los bebés, de estrellas o mariposas.
*Unos pendientes de gatos.
*Un gusiluz.
*Unas Nike Dunk High Be True iD.

17:32
BSO Mi hermana que no para de hablar.

Ciao ge punto uve doble punto

Son las 5 y 20 de la madrugada del miércoles. Y he tenido que esperar 7 años -conscientes- para vivir este instante.

Supongo que ese pueblo sobre el que tanto he desesperado, al fin y al cabo estaba tan desesperado como yo: puede no importar lo que pase al otro lado del mundo, eso sí, sólo a quién no le importe en realidad lo que le pase a él mismo.

EE.UU. ya no es, realmente, la potencia más poderosa del mundo, ya no domina. Pero en estos instantes debe ser el país más importante del mundo, porque depende de lo que él haga, a pesar de todo, el mundo puede -o no- cambiar.

Por fin.

No es este momento de divagaciones: tengo los ojos pegados de sueño. Mañana el análisis profundo. Ahora dormir un poco. Y por fin completamente tranquila desde hace una semana: la carcoma de mi yo mundialista se retorcía pensando en la imbecilidad -por otro lado comprobada- de una porción de mundo que ostenta el dominio sobre el resto.
Hoy toca soñar.

Por fin.

Desde el undécimo piso del 533. Todo encaja.
Ciao ge punto uve doble punto.

05:48 Esperando el discurso del primer hombre que me ha convencido de que las cosas, pueden cambiar.

martes, 4 de noviembre de 2008

Tardes de estrellas

Hay días en los que todo puede solucionarse con una sonrisa.
Y a veces, las casualidades, son más que eso. Pero a veces, no podemos, o no queremos ver más allá. Sin embargo existen, tienen nombres, caras, recuerdos, instantes. Fechas.
Por casualidad he encontrado las mejores cosas de mi vida.

¿En qué instante deja una casualidad de ser casualidad? ¿En qué instante pasa a convertirse en algo más?
En el instante preciso: el que la hace continuar.

Hay días en los que todo puede solucionarse con una sonrisa. O con dos.
Por casualidad encontré las mejores cosas de mi vida.
Por casualidad encuentro las mejores cosas de mi vida.
Por casualidad encontraré las mejores cosas de mi vida.

Serendipity.

00:20
BSO David Starlight, Slow Desdemona.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Parte dos y tres

Tuve que grabar en casa de nuevo Largo domingo de noviazgo, y pasarlo a dos cd's. Anoche, cuando llegué, me tumbé de nuevo en el sofá y pasé una de las mejores horas de mi vida frente a la tele.
Definitivamente Jeunet es un genio, ver una película suya o soñar es alegóricamente lo mismo.
Y las Tatous cinematográficas de Jeunet, cada uno de mis yoes perdidos.

16:26
BSO Lalola de fondo.