martes, 25 de mayo de 2010

Teorías sobre el final de Lost

El Piloto Automático ha elaborado una interesante teoría sobre el final de Lost. DEP.
Ahí va:

Una serie no es una quiniela
Una ficción se escribe desde atrás. Syd Field lo dice en su “El libro del Guión”. El autor concibe un tema, reúne unos personajes y situaciones, resuelve una conclusión que detone las intenciones de su trama, y desde ese momento, rebobina hasta el principio para empezar a rellenar huecos partiendo de la estructura de planteamiento, nudo y desenlace, heredera de la propuesta en cinco actos que propone Aristóteles en su “Poética”.

En Lost no vale ese planteamiento
Lost no es una ficción que responda a este paradigma. Primero, porque cada temporada pertenece a un género (como apuntó Hernán Casciari hace un tiempo) y cada una plantea una fórmula narrativa. Y segundo, porque Lost no es una ficción autónoma, sino que se retroalimenta como la imagen de un espejo con la participación y presencia del espectador. Esto hace que Lost no sea una sola serie, sino una serie por cada fan que la ha seguido con enfermiza avidez.

Pero, ¿qué ha pasado en Lost?


Decepción o valentía
En la primera temporada, Damon Lindelof y J.J. Abrams negaron taxativamente que la isla fuese el purgatorio y todos estuvieran muertos. Si alguien se siente decepcionado por este final, no tiene razón para estarlo. La isla no es el purgatorio, ni han estado muertos todo este tiempo. El universo alternativo que nos han representado en la sexta temporada ha sido ese purgatorio, al que iban llegando todos a medida que, cada cual en su momento, iban muriendo (ya fuese dentro o fuera de la isla).
La conclusión de la serie responde al planteamiento filosófico inicial de la serie. La pregunta que hace Charlie cuando escucha por primera vez la grabación en bucle de Danielle Rouseau es la cuestión fundacional de Lost. ¿Dónde estamos? Aunque la pregunta se hace extensible a “¿cómo estamos?”. La respuesta, durante todas las temporadas ha sido el inicio y fin de cada capítulo: Perdidos. El final de la serie es esclarecedor: a medida que se encuentran, se dan cuenta de que no estaban solos, y por tanto, son encontrados y dejan de estar perdidos.

El gurú, el guía, el chamán, el mago: el intermediario.

Para ser encontrados, hace falta un maestro. Un guía. Un mago. Desmond representa esa figura. El peregrino que sufre en el desierto para cruzarlo y ayudar a otros a cruzarlo. Concibamos este personaje como un médium en su acepción más pura. Es un medio. Un intermediario.

Es quien consigue unir el espacio y el tiempo (Christian Shephard dice “no hay un aquí ni un ahora”) y quien sirve de nexo común para todos los personajes. Para que consigan cruzar el umbral. Es el barquero que ayuda a los losties a cruzar la laguna estigia. En este sentido, chapeau.

¿Están muertos? o el síndrome Antonio Resines

La pregunta que muchos de los que empezaron a ver la Series Finale con el machete en los dientes a la conclusión del episodio final ha sido furibunda. ¿¿Entonces todo ha sido un sueño?? ¿¿Nada ha sido real?? ¿¿Habemus tomadura de pelo??

Para nada
Señores. Los Losties no estaban muertos. Han ido muriendo. Como tendremos que hacerlo todos. No hay un “ahora”. La concepción del universo paralelo no está encorsetada en la percepción “objetiva” y común del tiempo. Todos van muriendo, y a medida que mueren, se cruzan en el universo de las personas que realmente son, sin los condicionamientos de una vida que los ha torturado: de una forma más o menos paralela a como vivieron, han sido capaces de desprenderse de sus demonios y, así, han tenido la vida que hubiesen querido.
Pero nada es perfecto. Evidentemente, la construcción de esa fantasía que es el purgatorio hereda formas y defectos de su pasado. De su otra vida. De su vida, de hecho. La mano de El Sexto Sentido es alargada, y quizás lo más reprochable de este final es que la originalidad que ha sido eje fundacional de la serie ha acabado siendo hipotecada a cambio de una fórmula prestada de un éxito popular. En este sentido, el aplauso pierde fuelle.

No obstante, el esfuerzo creativo de estas seis temporadas ha sido más que suficiente como para empañar el resultado global con el truco final de Lost.

La Isla, esa gran desconocida
Los que veían y ven Lost como quien llena el carro de la compra con la lista de productos a adquirir, es lógico que se hayan visto decepcionados. Lo más importante se ha quedado en el aire: La Isla. Seguimos sin saber de dónde procede, porqué tiene ese poder, de dónde salen las inscripciones egipcias, quién erigió la estatua. Esa es una de las innumerables cuestiones que jamás tendrán respuesta (en fin, sí que tendrán respuesta, pero en forma de declaraciones de los guionistas en algún podcast, o en alguna feria de cómics o en algún juego de realidad alternativa).

A todos los que entran en esta parte del graderío, os comprendo, pero tenéis que liberaros de esa faceta de la serie. El misterio era la excusa. La Isla es un McGuffin, un cebo. Es como decepcionarse viendo Ciudadano Kane al saber que toda esa maravillosa historia ha sido detonada por un simple trineo. La Isla es un símbolo. Es más: la Isla es pura metáfora del aislamiento, que es el tema principal de la serie. Jacob dice que los eligió porque estaban solos, porque sus vidas no iba a ninguna parte.

Porque estaban perdidos
No obstante, insisto: os entiendo. Entiendo que os sintáis defraudados porque no os han dado la zanahoria. Quien quisiera respuestas, es que no ha sabido disfrutar del camino. Mira hacia atrás. Observa todo lo que ha pasado. Observa cómo se han transformado los personajes. Atiende cómo te han tenido pegado al sofá o la silla. Eso es esta gran serie. Un viaje de personajes con la excusa del misterio, de la intriga, del drama, del romance, de la comedia, del terror, de la ciencia-ficción…

Pero, no obstante, tienes razón
Hay cuestiones ante las que se ha pasado de largo. ¿Qué reglas rigen la relación de Ben y Widmore? ¿Por qué unas embarazadas mueren y otras viven? ¿Por qué Walt simplemente desapareció presentándose al inicio como alguien tan especial? ¿Por qué Richard no se da cuenta de que AntiJacob manipula a los habitantes de Dharmaville si sabemos que le conoce?

Y sobre todo
¿Qué son los números?

No te preocupes. Seguro que todas esas preguntas tendrán respuesta. Paciencia. La presión mediática, como la justicia divina, pone a todos (los guionistas) en su sitio, y tarde o temprano cantarán como jilgueros. Pero cuando llegue ese momento, se repetirán todas las sensaciones de hoy: porque el que quiera ver decepción, verá decepción, y quien sencillamente haya visto el bosque más allá de los árboles… simplemente no necesitará más respuestas

Así que, como Jack, cierra los ojos.

Y descansa.

lunes, 24 de mayo de 2010

Lost. The End.

Hace 17 minutos terminaba Lost. Son las 08.20 horas. Una más que se va. Pero no se va del todo. Un final demasiado abierto, ¿5 años para esta conclusión? Ahora toca teorizar.


Así, como Pinoccio, me he quedado en los últimos 5 minutos del doble capítulo final.
Se aceptan teorías.

08.23
BSO Matinal de Cuatro debating Lost. 

jueves, 20 de mayo de 2010

Etapas que se cierran

Hace quince minutos veía como, desde la pantalla de mi televisión, Los Hombres de Paco me decían 'hasta siempre'.

El 9 de octubre de 2005, por casualidad, pulsé el número 3 de mi mando a distancia cuando llegué la noche de aquel domingo a aquel piso donde viví los dos primeros años de carrera en el Paseo Marqués de Zafra, justo al lado de la boca de metro de Manuel Becerra. Triste, como casi siempre, me quedé viéndolos hasta casi las doce de la noche. Demasiado tarde para mí en aquellos días. Después pasaron a los lunes, luego a los miércoles, retrocedieron a los martes, luego a los jueves. A los martes de nuevo, y finalmente a los miércoles.

No me gustaron en absoluto, y recuerdó que pensé: 'otra serie española cutre'. Y hoy, llorando, he pulsado el off de la tv después del 117 y último capítulo.

Más o menos cutre, mejor o peor hilada, más serios, más humorísticos, con más o menos historias de amor a lo largo de sus temporadas, han recorrido conmigo una etapa de mi vida.

No, obviamente no, no es la mejor serie del mundo. Pero para mí, en algunos de los sentidos, lo ha sido. Los Hombres de Paco no ha sido simplemente una serie que me ha enganchado durante casi cinco años, han sido los cinco años en los que más pasos he dado para llegar donde estoy hoy, para ser quién soy.

Muchos capítulos son bases para recordar momentos que viví, para ubicarlos en el tiempo, en el lugar, en la sensación de aquellos días. Podría recordar los 5 últimos años de mi vida por cada temporada, por cada nueva historia; sobre todo aquella época en que lo emitieron en jueves.

Es una chorrada pero hoy me siento más mayor que el día de mi pasado cumpleaños, y mira que odio los cumpleaños. Dentro de diez años, me veré sentada alguna tarde de domingo en el sofá de la que será mi casa viendo una reposición de "Paco's men" en algún canal secundario, y entonces recordaré todos aquellos días en que caminé tanto.

Miraré un calendario y veré a Juanan llamándome Sarita, y a Manveru enviándome sms a mitad de capítulo para decirme qué emocionantes están siendo o que ataque de risa le ha dado. Y rememorando sus momentos, veré los míos.

Todo el mundo tiene una BSO de su vida, en la mía estarán Pignoise (aunque no sean Beatles) y habrá Lucas, y Saras, y playas, y risas y jueves. Y echaré de menos a mis Almovaldes, al salón con olor a tabaco de la Plaza de Toros de Ciudad Real, a andenes y Puertas de Atocha, a bocas de metro, a Starbucks, a mp3,  a autobuses de línea de la Ronda, a puentes de Ventas, a llegadas y a despedidas, a amigos.

01:53
BSO silencio.

Pd: el domingo le toca a Lost.

viernes, 14 de mayo de 2010

Cortocircuitos

Hoy, esta noche, a mí también se me están cruzando los cables. Y me empiezo a preguntar ¿no será que lo que entreveo a veces, por casualidad, es la realidad?

sábado, 8 de mayo de 2010

Nuevo amor

Tengo a menos de 50 centímetros de mis dedos mi nuevo y recién estrenado amor: una novísima Nikon D90. Perfecta, sencilla y recatada pero espectacular.

Aún está cargando la batería y no he podido encenderla, pero mañana empezará una de las historias de amor más emblemáticas de la historia, una con casi 920.000 puntos de alta resolución.

00:55
BSO Uno de los canales de Imagenio.