lunes, 16 de marzo de 2009

El azul un poco raro de un sueño en casi primavera

No se cómo me las arreglo para inventar títulos cada vez más absurdos en los post. (¿Se puede poner post en singular para referirnos a un plural?). No lo se. Repito: no se cómo me las arreglo para inventar títulos cada vez más absurdos en las entradas -del blog-.

La cuestión no es cómo se llame sino por qué.

El viernes me tumbé por primera vez en la hierba de este año, algo húmeda, algo áspera, algo mezclada con piedras y tierra, pero hierba al fin y al cabo. Me quedé embobada mirando hacia arriba, hacía meses que no veía un cielo tan azul, o de un azul tan extraño mejor dicho. No era un azul cómo todo el mundo lo imagina cuando hablas del cielo, pero era perfecto: un poco tirando a gris. Como yo. El caso es que en ese momento me inundó por completo el ansia irrefenable de quedarme allí tirada para siempre -o al menos durante aquella tarde-, y no tener nada más de lo que ocuparme que no fuera aquel extraño azul.

No se si fue el color lo que me dejó ciegas las neuronas o lo que pensé mientras discernía que nombre ponerle a aquella tonalidad atmosférica, pero me ha causado trastornos irreversibles: no dejo de soñar cosas extrañas. Demasiadas. Y demasido extrañas.

Es por eso que ahora, a domingo, y de nuevo en Madrid con una agradable -pero extraña- sensación de estar 'en casa', intento encajar las piezas de un puzzle que se que un día dejé a medias y que por más que lo intento, no logro encontrar las piezas que faltan.


1:07
BSO The Killers.

No hay comentarios: