lunes, 9 de marzo de 2009

Agujereada a imitación de un Gruyère

Básicamente no pediré disculpas -ya me las he pedido a mí misma- pero escribir públicamente no es ninguna obligación para mí, ni para ninguno de mis insistentes yoes, por lo que he retrasado este momento hasta que ha sido realmente 'apetecible'.

Compleja, extenuante y algo difusa. Así podría clasificar esta última carrera desde estos meses hasta hoy. Ha sucedido mucho y puede resumirse en muy poco: sigo como estaba. Superficialmente claro. Al ojo avizor -¿quién inventaría esta frase?- de los demás nada se ha modificado. Para mí todo, o al menos casi todo. Aunque obviamente si es un alivio para mí que nadie haya conseguido percibir nada no pienso declararlo formalmente, ni ahora ni nunca, supongo.

Últimamente mi parte de realidad se ha confundido demasiado con la realidad misma, hasta el punto de no conseguir distinguir en muchas ocasiones si lo que estaba pensando había sucedido en el contexto en el que estaba, o por el contrario estaba pensando el contexto en el que estaba y había sucedido realmente lo que estaba pensando. Un poco como creerse un sueño después de despertar, pero a lo bestia.

Normalmente las situaciones de evasión psíquica no son dolorosas -no, no hablo físicamente, no levito ni nada por el estilo, aunque ya me gustaría- pero sí lo han sido en este caso, por lo tanto resumo de nuevo: sigo como estaba, pero agujereada al estilo de un gruyère.


22:54
BSO Lullaby.

1 comentario:

Óscar Valero dijo...

Y casualmente o causalmente este momento que a tí te resulte "apetecible" a mí me resulta saboreable, porque aunque es verdad que hace mucho que nos vemos y se te echa de menos, también añoraba tu prosa un poco Pessoiana por los "yoes", que aunque no se desarrolle hoy, espero poder leer por aquí... si te apetece claro :)
Un beso muy grande desde París.